Richard Trenton Chase nace el 23 de Mayo de 1950, en Santa Clara, California. Desde su infancia adquirió traumas que desembocaron en conductas agresivas y psicópatas provocadas en gran parte por un seno familiar des estructurado.A corta edad, Chase se le diagnostica esquizofrenia paranoide. Chase se mostraba solitario, deprimido y sin interés en los estudios. A los 10 años, aun se orinaba en la cama por las noches, cometía actos de piromanía constantes y torturaba, mutilaba y mataba animales.
En su adolescencia conoció como cualquier chico a varias chicas pero una de ellas divulgó por su entorno que "Rick" no podía realizar el acto sexual. Este problema lo incomodó hasta el punto de acudir a la consulta de un psiquiatra. Allí tuvo el primer diagnóstico de su vida.La raíz del problema era una cólera reprimida y podía padecer una enfermedad mental importante, pero Rick no le dio ninguna importancia a esto.
Chase comienza a sufrir ataques de pánico debido a supuestas "enfermedades" que amenazaban su vida. Aseguraba que su cerebro no irrigaba sangre, por lo que decidió beber sangre y consumir intestinos de perros y gatos. Fue internado y atendido por una grave infección estomacal y, a pesar de este incidente, sus padres decidieron llevarlo a casa, Quizá con la esperanza de que todo cambiaría, los padres de Richard dejan de darle sus medicamentos, y cuando cumple 21 años, le dan la facilidad de alquilar un departamento para que viva solo. De forma absurda, sus padres creían que si se veía a sí mismo como alguien independiente, podría mejorar. Este espacio, sirvió para que Chase pudiera consumir todo tipo de drogas. Se convirtió en un adicto y su estado físico era lamentable. Con dientes amarillos, sucio y excesivamente delgado, Chase se sentía enfermo. Aseguraba que su sangre comenzaba a secarse y que su cerebro no funcionaba. En una ocasión se rapó la cabeza y acudió a un médico, asegurando que le estaban apareciendo cuernos y que alguien le había "robado" una arteria pulmonar y no podía respirar bien. Por ese entonces, Chase comenzó a inyectarse sangre de conejo, pues según él, su corazón se estaba secando. También solía mezclar tripas de perro, sangre y Coca-Cola, para beberlos, creía que esta era la única forma de seguir con vida.
Richard compartía drogas y alcohol con algunos amigos; pero sus alucinaciones comenzaron a inquietar, incluso, a sus propios amigos drogadictos, se ponía naranjas en la cabeza, según él, para absorber vitamina C. También comenzó a notar que los huesos de su cráneo se empezaban a desencajar y que sus intestinos se desplazaban por todo su cuerpo.
Richy regresa a casa de su madre y vive allí una temporada pero pronto empiezan sus manías y piensa que su madre lo estaba envenenando.
Cuando pasó a vivir en su apartamento comenzó de nuevo a torturar gatos, perros y conejos. Él los mataba para beber su sangre, incluso robaba animales domésticos de la vecindad. Llegó a llamar a los dueños de un perro para contarles lo que hizo con la indefensa mascota y que ya no hacía falta que buscaran más.
Convirtió su departamento en un oscuro agujero, tapiando puertas y ventanas con tablas de madera. La única forma de entrar y salir, era a través de un agujero que hizo en la muralla y que se situaba detrás de un clóset. Consigue comprar un revólver, supuestamente para defenderse del grupo criminal que lo perseguía; pero ensimismado en su indescriptible mundo enfermo, Chase estaba a un solo paso de cometer su primer asesinato.
El 29 de Diciembre de 1977, dispara sin previo aviso sobre un sujeto que cruzaba la calle, matándolo en el lugar. Su nombre era Ambrose Griffin, de 51 años. El actuar de Chase se volvía impredecible y sumamente peligroso.
La escena del crimen era particularmente pavorosa. Los expertos advirtieron, de inmediato, que el asesino no tardaría en volver a actuar. A pesar del caos en el lugar del asesinato, no existían pistas que ligaran este crimen con Richard. Tan solo 4 días después del terrible ataque, Chase vuelve a actuar. Esta vez, asesina a Evelyn Miroth, a su hijo de 6 años, Jason, a un bebé de 22 meses llamado David, y a un amigo de la familia reconocido como Danny Meredith. Nuevamente, Chase se regocijó con un festín sangriento. Sin embargo, esta vez su ritual vampírico fue interrumpido por golpes en la puerta. Cogió el cuerpo de David, el bebé de solo 22 meses, y salió huyendo del lugar. Fue visto por varios testigos, quienes decían que llevaba algo en una caja de cartón. Incluso algunos vieron cuando el cadáver del bebé se le cayó al piso, y lo recogió apresurado.
Los noticiarios seguían el caso durante todo el día, y la ciudad de Sacramento, estaba bajo la vigilancia de la policía. Previamente, Robert Ressler (quien siguió de muy cerca este caso), advirtió al FBI que el culpable de esta serie de asesinatos, debía ser un hombre joven y de apariencia desaseada, con un trastorno mental grave y con algún registro de haber sido internado en alguna institución mental. Todo encajaba en el prontuario de Chase.
Robert Ressler (criminologo, perfilador de asesinos) |
La policía no tardó en vigilar su casa, hasta que apareció y fue detenido en el acto. Cuando entraron al departamento se descubrió a qué nivel había llegado su paranoia. El lugar estaba hecho un asco, sumamente sucio, con restos de animales, sangre en botellas y restos humanos.
En el juicio trata inútilmente de justificar sus macabros crímenes diciendo que unas voces de seres extraterrestres y otras criaturas lo acosaban continuamente obligándole a matar.
“A veces oigo voces por teléfono… ignoro qué voces… amenazas. Suena el teléfono y alguien me dice cosas extrañas…que mi me envenena poco a poco y que me voy a morir. Me siento observado.. sé que alguien me vigila….”
“…si devoré a esas personas fue porque tenía hambre y me estaba muriendo. Mi sangre está envenenada y un ácido me corroe el hígado. Era absolutamente necesario que bebiera sangre fresca..”
Era evidente que Chase estaba loco; sin embargo los integrantes del jurado (y la opinión pública) lo querían ver muerto. Fue sentenciado a muerte; sin embargo, Chase se quitó la vida con una sobredosis de antidepresivos el 26 de Diciembre de 1980, cuando tenía 30 años.
Su miedo a la gente, sus paranoias, y su incapacidad de distinguir entre el bien y el mal, convertirían a Richy en el "Vampiro de Sacramento".
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